Estrategia de Integración Vertical
La integración vertical se refiere a la adquisición o control de diferentes etapas del proceso productivo dentro de una organización.
Se clasifican en dos tipos principales: hacia atrás y hacia adelante, dependiendo de si la organización toma el control de etapas anteriores o posteriores de su cadena de valor. A continuación, se explican ambos conceptos con ejemplos específicos.
Integración Hacia Atrás
La integración hacia atrás ocurre cuando el sistema decide controlar etapas anteriores del proceso productivo, como la adquisición de materias primas o insumos. Esto permite reducir costos, mejorar la calidad y garantizar el suministro.
Ejemplo
Una granja avícola que anteriormente compraba balanceado para alimentar sus aves decide fabricar este insumo internamente. Para lograrlo, tiene dos opciones:
- Comprar una fábrica establecida que ya produce el balanceado.
- Montar una unidad de producción propia, desarrollando la capacidad para fabricar el alimento desde cero.
Integración Hacia Adelante
La integración hacia adelante implica que una empresa toma el control de etapas posteriores del proceso, como la distribución y comercialización de sus productos. Esto permite agregar valor, acceder directamente al mercado y aumentar las ganancias.
Ejemplo
En lugar de vender sus aves vivas a un frigorífico mayorista, la misma granja avícola decide:
- Montar una línea de faenamiento, procesando las aves para agregar valor al producto principal.
- Crear una red de distribución propia que abastezca directamente a vendedores mayoristas, eliminando intermediarios y mejorando los márgenes de ganancia.
Ambos tipos de integración vertical son estrategias importantes para mejorar la competitividad y rentabilidad empresarial en diferentes sectores económicos.